3.19.2009

Nunca me van a alcanzar las palabras


Nadie se aguanta aquí mucho tiempo, ni siquiera tú y yo, hay que vivir combatiéndose, es la ley, la única manera que vale la pena pero duele, Rocamadour, y es sucio y amargo, a ti no te gustaría, tú que ves a veces los corderitos en el campo, o que oyes los pájaros parados en la veleta de la casa. Horacio me trata de sentimental, me trata de materialista, me trata de todo porque no te traigo o porque quiero traerte, porque renuncio, porque quiero ir a verte, porque de golpe comprendo que no puedo ir, porque soy capaz de caminar una hora bajo el agua si en algún barrio que no conozco pasan Potemkin y hay que verlo aunque se caiga el mundo, Rocamadour, porque el mundo ya no importa si uno no tiene fuerzas para seguir eligiendo algo verdadero, si uno se ordena como un cajón de la cómoda y te pone a ti de un lado, el domingo del otro, el amor de la madre, el juguete nuevo, la gare de Montparnasse, el tren, la visita que hay que hacer. No me da la gana de ir, Rocamadour, y tú sabes que está bien y no estás triste. Horacio tiene razón, no me importa nada de ti a veces, y creo que eso me lo agradecerás un día cuando comprendas, cuando veas que valía la pena que yo fuera como soy. Pero lloro lo mismo, Rocamadour, me equivoco, porque a lo mejor soy mala o estoy enferma o un poco idiota, no mucho, un poco pero eso es terrible, la sola idea me da cólicos, tengo completamente metidos para adentro los dedos de los pies, voy a reventar los zapatos si no me los saco, y te quiero tanto, Rocamadour, bebé Rocamadour, dientecito de ajo, te quiero tanto, nariz de azúcar, arbolito, caballito de juguete...



[Rayuela, Cap. 32 - Julio Cortázar]


Julio, siempre Julio, querido Julio, maravilloso Cronopio.

Gracias por haberme enseñado tanto.






Y al mismo tiempo recuerdo que en Rayuela vos escribiste "es necesario cambiar la vida sin moverse de la vida", sí, es necesario cambiar la vida, viviendo como en una frontera, como con una bandera levantada aunque el enemigo esté cerca, aunque parezca que avanza. De la vida no nos sacará nadie, y nadie nos sacará la ilusión de haber vivido cambiando la vida. Mientras tanto yo sigo escribiendo y esperándote en algún café de París para llorar un poco juntos, porque llorar juntos es como sonreír.


[Susana Rinaldi en su carta de despedida al Enormísimo Cronopio]

3 comentarios:

  1. Qué lindo que es encontrarse con J. Cortázar y más con es excelente fragmento!
    Muy original el nombre del blog.

    Besos.

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  2. Nunca alcanzarán...

    Todo él desborda palabras, frases, sentidos, sinsentidos... tanto.. que cómo le vamos a llegar con más palabras...? Es como tirarle agua al mar.

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